domingo, 28 de junio de 2009

LA CONCIENCIA ECOLOGISTA Y SUS NIVELES DE DESARROLLO

El siguiente es un resumen de propuestas conceptuales sobre lo que sería la Conciencia Ecologista y sobre los posibles niveles de desarrollo en que puede presentarse.




















Se aborda esta temática en virtud de que es muy mencionada por muchas instituciones y personas la necesidad de una toma de conciencia o de formar una conciencia ecológica o ecologista en las personas como una condición para conseguir superar los problemas ambientales que nos aquejan. Aquí se tratará de explorar qué caracteriza y distingue a la conciencia ecologista, con el fin específico de cubrir tres objetivos de investigación:

(1) Establecer cuando una persona posee o no una Conciencia Ecologista, o desde que momento se puede decir que existe Conciencia Ecologista en una persona.
(2) Distinguir grados o niveles de desarrollo cualitativo, a manera de pasos en una escalera ascendente hacia un tope o máximo de desarrollo fácticamente posible.
(3) Especificar indicadores que permitan identificar el grado o nivel de desarrollo de Conciencia Ecologista en una persona.

Se conocen distintos tipos de conciencia en las personas, tales como la conciencia moral, la religiosa, la política, la científica y la estética entre otras. Cada cual alude a un conjunto de representaciones, valoraciones y vivencias afectivas que las personas adquieren sobre las áreas de la realidad que reflejan, es decir, la moral, la política, la ciencia, la religión y el arte de una sociedad humana. Y existen estas formas de conciencia con la finalidad práctica de permitir a las personas orientarse y regular su comportamiento, acciones y relaciones en tales áreas de la vida social.

Entonces, podemos suponer que existe una formación o un tipo más de conciencia, que es aquel que reflejaría todo aquello que este involucrado con la vida natural y el ambiente. A esta forma de conciencia podemos llamar Conciencia Ecologista (no ecológica porque esta palabra más indica lo que pertenece a un ecosistema o al estudio científico de él, en cambio ecologista indica lo que se orienta a actuar favorablemente respecto a un ecosistema).

Por lo tanto, la Conciencia Ecologista (CE), para dar una definición breve y funcional, sería aquel conjunto de conocimientos y sentimientos sobre el valor y trascendencia de la ecología, la naturaleza o los ecosistemas que nos envuelven y de las relaciones con ellos. Es decir, si por ejemplo una persona sabe o conoce que contamina un lugar, pero no siente mayor culpa o pena por hacerlo, entonces, carece de CE. Asimismo, si una persona disfruta emocionalmente del contacto con la naturaleza, pero no tiene mayor conocimiento sobre su relación con ella y sobre la importancia de la misma, entonces, también carece de una CE.

Ahora, tener conocimiento y sentimiento de nuestra valiosa relación con la ecología no es una formación uniforme, sino que puede darse, como todo fenómeno psicológico, en diferentes niveles de desarrollo.

Resulta que se ha podido distinguir que hay personas que tienen conocimientos y sentimientos muy sencillos y básicos sobre su relación con la naturaleza, tales como aquellos que viajan fuera de la ciudad a una playa o al campo y ven algún tipo de contaminación en aquel lugar. Ante esto, saben que esta contaminación es dañina para la ecología de la zona y se sienten apenados por tal hecho, pero una vez que regresan a sus casas sienten que se alejan y se desconectan de ese problema. Es decir, carecen aún de un conocimiento más amplio que les indique que el hecho de no percibir una contaminación inmediata no quiere decir que no les afecta la que se comete en otros sitios. Así, por ejemplo, yo puedo enterarme que hay problemas con la capa de ozono en la Antártida, pero como lo veo como un hecho lejano y no percibo sus efectos sobre mí, paso a creer que aún no es ni importante ni peligroso.

Por eso, podemos considerar como una limitación que la conciencia de un problema esté subordinada a la percepción temporal y ocasional del mismo, y no a la información y experiencias de otras personas sobre tal asunto. Esto es lo que ocurre con los que dicen que no hay problemas con la muerte de los delfines, pues en alta mar ellos VEN bastantes de ellos; claro que ni los cuentan ni hacen estadísticas sobre su población, pero suponen que lo que perciben es un dato suficiente. Por lo tanto, cuando una persona muestra estas características primarias de CE podemos considerar que se halla en un primer nivel de desarrollo, que llamaremos CE Básica o primaria.

Luego, cuando una persona adquiere mayores conocimientos, tales como que el hueco en la capa de ozono en el polo sur también me afecta indirectamente,es decir, cuando extiende su visión de la realidad, percibe la amplitud de las relaciones entre los seres vivientes y sus ambientes y comprende la trascendencia o gravedad de todo esto, entonces, pasa a desarrollar especialmente sentimientos de preocupación y se hace más interesada en toda información respecto a este tema. Quienes llegan a este punto se puede considerar que han alcanzado un segundo nivel de desarrollo de CE, que llamaremos de CE preocupada.

Después, quienes superando o apoyándose en sus preocupaciones y en su entendimiento más amplio de la realidad de la ecología deciden asumir la responsabilidad de hacer algo para recuperar y preservar los ecosistemas amenazados, y con ello, se trazan metas y objetivos de acción y se vinculan con personas y grupos con similar preocupación e interés, entonces, podemos decir que se encuentran en un tercer nivel de desarrollo de CE, que llamaremos de CE responsable.

Llegados aquí se podría pensar que cuando las personas logren este tercer nivel ya se podrá enfrentar eficaz, concertada y colectivamente los problemas ambientales, como si este fuera el tope en las posibilidades de desarrollo de la CE. Pero podemos considerar que aún hay otro nivel de desarrollo de CE, que es aquel que muestran las personas que, más que acciones responsables que realizan durante el tiempo libre o como hábitos ecologistas, efectúan un estilo de vida totalmente ligado a las necesidades de la naturaleza. Estos son los que profesan,predican y practican, por lo general, algún tipo de fe mística como el Budismo, el Hare Krisna o el Yoga, la que les indica que deben mantener una devoción permanente hacia lo natural como un medio para alcanzar una total armonía e integración con el universo. A este nivel de desarrollo le podemos llamar de CE plenamente desarrollada, o tal vez sea mas preciso preciso hablar más que de una CE, de personas con una Personalidad Ecologista, por la extensión de su compromiso con la naturaleza y de su entrega a la misma en "cuerpo y alma".

Queda para la discusión si las personas que proceden de los Andes o de la Selva poseen algún tipo específico o especial de CE, puesto que se ha visto que muchas de ellas abandonan esta forma de conciencia o no la hacen evidente cuando se integran a un medio urbano.

6 comentarios:

  1. muy interesante la bibliografia y como como definen a las personas de acuerdo a sus costumbres.

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  2. gracias por el comentario,espero sigas el blog

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  3. Este comentario me sirvio de apoyo parea sustentar,conclusiones de mi catedra de Ecologìa

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  4. que tal ,me presento soy una vecina del Campo de Marte, por favor ayudennos, primero fue mistura ,ahora lo quieren hacer un campo de diversiones,en este parque hay lechuzas,aguilas y aguiluchos ,loros de cabeza roja,y otroas especies,que los vecinos aqui vemos con bastante frecuencia,ayudenos a salvar este pulmon de la ciudad,nesecitamos estar unidos.

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  5. Hola, me llamo Carmen Navarro hace años atrás forme parte de grupo "Comando Ecológico" en sus inicios, me encanto la experiencia quisiera contactarme con ustedes para seguir cuidando la naturaleza...

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